sábado, 2 de agosto de 2008

¡El retorno del piercing!

A los 17 años, para desgracia de mis padres, me hice un piercing en el ombligo. Fue motivo de discusiones y, sobre todo, mis padres se sorprendieron muchísimo de que yo me agujereara el cuerpo. Al parecer no parezco de "esas" que se agujerean... ¿pero qué le voy a hacer?
El caso, lo que quería contar es que ahora me voy a Panorama Bar y ¡me he vuelto a colocar el piercing! Ambas cosas, en principio, no tienen relación entre sí, pero tal vez sea el aire de libertad de Berlín, que también en su momento me afectó el de Valencia, el que yo hoy me vuelva a colocar el pendiente y dado que Panorama Bar es todo lo que "supuestamente" representa Berlín y más, ha hecho, sin quererlo yo, que algo vuelga a colgar de mi ombligo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo de llevar piercings y tatuajes esta bastante "guay", teniendo en cuenta que los que lo han puesto de moda son macarras con dinero . Pero si ser uno de ellos te hace sentir libre.....Adelante