lunes, 14 de septiembre de 2009

La mañana del 14 de septiembre

Hoy es un día como otro cualquiera. Supongo que irme un tiempo a Manchester me ha ayudado a aplazar mis problemas de forma pasajera. No sé, me siento mal por muchas cosas. Sigo sintiendo pena al pensar en la ignorancia que provoco en una persona a la que un día le conté mi vida. Continuo dando tumbos sin una dirección concreta e intento manternerme ocupada para no pensar. No sé, me va a días. Unas veces estoy eufórica otras con ganas de llorar y hoy le tocó el turno a lo segundo. A pesar de mi edad soy una persona demasiado confiada y no aprendo, quizás nunca lo haga. Otro defecto más para añadir a mi lista: confiada, indecisa... Miro vídeos que hice un día hace ya tiempo y me veo con otros ojos desde fuera, como si no fuera yo la que dice eso, como si otra persona lo estuviera haciendo... qué tonta soy! Y supongo que lo seguiré siendo, una no puede cambiar tan rápido o, mejor dicho, no puede cambiar nunca. Uno es quién es.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizas lo que necesitas es que te recuerden tus virtudes. No necesitas cambiar y si algo del pasado no te gusta, no lo recuerdes ya que no lo puedes cambiar. Con los años (aunque tengo pocos mas que tu) aprendes a ser desconfiado ... y cuando lo pienso ... que feliz era cuando tenia confianza en la gente (seguramente me podian engañar y decepcionar igual que ahora pero yo no era consciente de ello). Pronto encontraras un proyecto que te ilusione y te haga olvidar esta incertidumbre pero hasta que salga aprovecha para disfrutar de aquello que ahora te parece cotidiano y que algun dia echaras de menos. Un beso y animo.
P.D. ¿El lunes puedes recoger a Marta del autobus?