miércoles, 11 de abril de 2012

De los reencuentros

Tu avión aterrizó. Miro el reloj. Hace tres años y medio que no nos vemos. Tres años y medio, se dice rápido. En mis pensamientos existe el temor a tu reacción pero también la emoción de volvernos a encontrar. Te veo, corro a abrazarte, parece que tu mirada no me reconoce, no me ves. "¿Por qué no me miras?", pregunto ingenua. Tus ojos van de un lado a otro sin atinar a verme. Caminamos rápido y tú hablas del vuelo. Durante unos minutos hablamos de banalidades, subimos al metro. "¿Por qué no me miras?", te repito. Tus ojos se fijan en los míos y siento que algo me recorre todo el cuerpo, siempre supiste mirar. "Es increíble verte". Y volvieron las conversaciones profundas.

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