lunes, 30 de junio de 2008

La victoria vista desde Berlín

La tarde empezó prometedora: tres españoles aislados, rodeados de cientos de alemanes. ¿Qué pudo ocurrir para llegar a esta situación?
Bueno, bueno, para contar lo que ocurrió debemos trasladarnos a unas horas antes del partido. La pregunta que nos rondaba era ¿dónde quedamos?¿dónde se reunen los españoles? Mi amiga Clara, confundida por afirmaciones contradictorias, decide, movida por la promesa de que un mar de españoles se dirigían a Casiopea, que no había en Berlín mejor lugar para ver el partido.
¡Qué razón tenía! ¡Qué errada estaba! Españoles, haberlos los había, pero la ubicación para establecernos no fue del todo acertada.
Horas antes del partido, nuestro destino quedó sellado para ir a Casiopea. Ante tal acontecimiento decidimos, por unanimidad, que debíamos ir bien ataviados para tan importante ocasión. De manera, que nos apresuramos en encontrar el vestuario adecuado. Lo de llevar sólo la bandera me supo a poco, ya la había llevado en semifinales y quería, por qué no decirlo, dar un poco la nota, que se me note que soy española!! Así que con la bandera enganchada a la cintura, estilo pareo, una camiseta (muy mona) con corazoncitos que llevaba la bandera de España, una diadema roja en el pelo y unos pendientes enormes con forma de estrella, de plástico amarillos... Y así salí yo de casa... el viaje en metro fue el más largo que he hecho nunca... no paraban de entrar alemanes bien preparados con banderas, camisetas, la cara pintada y demás... y yo allí, siendo observada como un bicho raro. De vez en cuando encontrabas a algún solitario con la camiseta de España e intercambiabas miradas cómplices o algún que otro chillido discreto de: ¡Viva España!
Al llegar al lugar convenido, los españoles iban de un lugar a otro preguntándose unos a otros: ¿dónde están los españoles? Y bueno, en vez de seguir juntos buscando españoles, cada uno siguió su camino. Clarita que había conseguido llegar a tiempo de coger unas sillas en una parte en el exterior, me indicó el lugar señalado, el lugar desde el cual veríamos el partido!
Allí sentados, comprobamos como poco a poco aquello se ponía "a parir" de gente, y nos vimos irremediablemente rodeados de una baramunta de alemanes.
Empieza el partido: otra isla de españoles, instalados unas filas por detrás gritan: " A por ellos!!!!" Nosotros apoyamos moral y musicalmente... y así fue transcurriendo el partido, 10 españoles hacían más ruido y gritaban más que todos los alemanes allí reunidos...
Una curiosidad, unas chicas (una moldava y una turca) que se sentaron justo detrás de nosotros iban con España porque pensaban que Fábregas era muy guapo... ¿acaso importan las razones de esta adhesión? lo importante es que iban con España y de vez en cuando gritaban: "Fábregas guapo!!"
Pero sin duda, el mejor momento del partido fue el golazo de Torres. Nos pusimos en pie y saltamos para celbrarlo, los alemanes nos miraban y alguno que otro nos tiró algo con el fin de que acabáramos con el festejo. Pero de nada sirvió...
La suerte de España ya estaba echada... y cuando pitaron el final del partido, no lo podía creer... ¡campeones de Europa!
Se me ha hecho un poco tarde... pero prometo que mañana cuento cómo festejé esta victoria...

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