viernes, 26 de junio de 2009

Desesperanza

Un día soñé que el tiempo se paralizaba y que instantes fugaces duraban momentos eternos. Creí ver un mundo que no existía más allá de mis sueños y lo idealicé con tal fuerza y determinación que pensé que nada podía vencerme.
La realidad me ha dado en las narices. El mundo es así, personas que desaparecen, otras van y vienen, problemas de adultos y yo sigo creyéndome niña. Pienso a veces demasiado y otras demasiado poco. No sé hacia dónde voy, puede que ni siquiera sepa bien quién soy. Sé que el tiempo es la única medicina para calmar el dolor de los acontecimientos recientes y aunque ahora sólo vea un túnel de color gris volveré a ver el mundo pintado con miles de colores. ¡Ojalá estuviera de nuevo en Berlín!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

et veig un poquet melancólica, has d'animarte, que la vida són dos dies i n'hi ha que aprofitar-la.jo també molt sovint en el passat, però això no treu res bo, s'ha de mirar sempre avant. Anims i besets maca;)

Anónimo dijo...

...has e intenta hacer lo que realmente quieras hacer, y trata de lograrlo por tu propios medios. Si no, no sentiras el peso real de tus decisiones, de vivir la vida y salir adelante sin depender de nadie.
Exitos.....
m t q