lunes, 2 de febrero de 2009

A, comida mexicana y cocido

He pasado un día y medio en Madrid y la razón principal fue ir a ver el musical “A” de Nacho Cano. Sólo una palabra para calificar toda la obra: Absurda. Sinceramente creo que la idea que intenta transmitir es buena pero lo medios para llegar a ella son muy pero que muy disparatados. La historia además es aburrida e intenta, al igual que hizo con “Hoy no me puedo levantar”, arrancar risas con chistes fáciles que no hacen gracia. Aunque a mí no me gustó “Hoy no me puedo levantar”, al ver esta patata de “A”, he de admitir que el primer musical tenía sentido, mejor música y más divertida (y eso que me pareció aburrida y sin gracia). Nacho Cano intenta transmitir que no debemos ser codiciosos porque la codicia nos acabará destruyendo, pero a 65 euros la entrada esa enseñanza se me hace además una tomadura de pelo. Lo único bueno son algunas coreografías del final, porque la mayor parte del musical las canciones no tienen letra y sólo cantan “la la la la la”. Lo que realmente ha hecho genial Nacho Cano es incluir al final una canción suya: "Vivimos siempre juntos", de manera que la mayoría de la gente se levantó del asiento para hacer palmas y cantar, con lo que parece una estrategia para que la gente salga con buen sabor de boca después de ver tal despropósito.


Al salir del teatro no encontrábamos un sitio dónde ir a cenar y sólo veíamos restaurantes llenísimos, por lo que finalmente fuimos al restaurante de un hotel muy moderno por el centro de la capital. El restaurante conectaba de manera directa con un pub y todo estaba oscuro y ruidoso, esto unido al mal servicio de los camareros hizo que quisiéramos irnos de allí a los 20 minutos de estar sentadas. Esa noche nos topamos con unas "jornadas gastronómicas mexicanas" y decidimos probar lo que el chef Bricio Domínguez nos preparara. Si he de ser sincera no me entusiasmó ninguno de los platos pero tampoco me desagradaron, además unido todo a los inconvenientes antes descritos pues no fue muy agradable cenar allí.


Lo mejor sin discusión de Madrid ha sido ir a comer cocido al Lhardy, lo que ha hecho merecer el viaje ya que estaba buenísimo y además nos pusieron en un salón privado muy bonito.


La conclusión final: No os gastéis dinero viendo "A" pero si vais a Madrid comer un buen cocido.

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