Tal vez el título de mi entrada descoloque un poco a los lectores, pero no hay más verdad que desde niña siempre me ha gustado jugar. Ahora que soy mayor me sigue gustando. Cuando era pequeña siempre jugaba a los mismos juegos con mis amigas: la goma, la cuerda, las cartas de cambiar y junto a mi mejor amiga bailaba y cantaba, en la actualidad sigo cantando y bailando, y aunque no sea ni buena bailarina ni cantantante, me gusta tanto!!!
El hecho de que escriba ahora sobre esto se debe a que, mientras estaba el otro día sentada en un metro, vi a una niña sacar cartas de cambiar. No sábía que era un juego tan internacional, pero lo cierto es que yo todavía las conservo en una capeta con dibujos de cerezas.
Recuerdo también esos recreos en los que saltábamos a la goma y todavía tengo en la memoria las canciones con las que jugábamos. Lo cierto es que mi etapa de paso de niña a adolescente, junto con el resto de mis amigas, fue un poco más tardío que la de la mayoría de mi clase. Hasta casi los 14 años cumplidos seguimos jugando a la goma y tuvimos que decirnos: "Bueno, ya somos mayores, a pesar de que nos guste saltar a la goma debemos dejarlo" Qué tontas!! sólo por la vergüenza!!! porque creo que a mi me hubiese gustado seguir saltando a la goma y a las otras también, pero teníamos que aparentar se mayores... Lo cierto es que me gusta el hecho de haber disfrutado bastante de mi niñez y creo que hoy en día las cosas han cambiado todavía más entre los niños, todos crecen más rápido y pronto.
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